1920
Los años 20, están principalmente influenciados por los cambios sociales, la liberación de la mujer y la rebelión marcada por el fin de la Guerra; la diversión, la vida nocturna, la extravagancia y la sofisticacion, hasta la Gran Depresión, el crack de 1929.
La moda femenina cambia absolutamente en las formas y estructuras, se busca una figura unisex que permita equipararse con el hombre, por lo que se masculiniza el look con vestidos holgados de talle bajo, sin marcar caderas ni pechos.
La comodidad prima ante todo y los largos de las faldas se van acortando desde el tobillo a la rodilla.
La sencillez de los vestidos de día, está orientado hacia una funcionalidad para el trabajo, con cortes rectos y tejidos resistentes como el punto.
Para contrarrestarlo, la noche se convierte en un absoluto espectáculo de lujo y expresión; vestidos brillantes con lentejuelas y bordados, pieles, flecos y plumas de marabú.
El look se complementaba con un intenso maquillaje pronunciando ojos y boca, y suntuosas joyas y grandes broches de estilo art decó; Impresionantes collares de perlas y gargantillas reposaban sobre los escotes de vestidos de finos tirantes.
Los zapatos están pensados para ser prácticos y poder bailar con comodidad la música de la época, el charlestón y el jazz en los clubes nocturnos. Los tacones no son muy altos y el empeine se sujeta por medio de hebillas, con pulsera al tobillo, cinta mary jane o sujeción en T.
Los bolsos, son pequeños y ornamentados clutches y bomboneras.
Se populariza el uso de medias de seda, ya que el nuevo look le da todo el protagonismo a las piernas.
La revolución de las faldas cortas, aunque sobria en estilo, Gabrielle Chanel, quien era cercana a los cubistas. Y la italiana establecida en París Elsa Schiaparelli, con sus extravagantes y surrealistas diseños.
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